DEL KELLYAL BIRKIN

DEL KELLYAL BIRKIN

Tienen una básica forma rectangular, el más pequeño y clásico posee un asa y el más grande tiene dos; constan de forro interior, una abertura plegable en la parte superior y están elaborados con las más cuidadas pieles. Estos objetos de deseos en realidad son simplemente bolsas en las que las mujeres de todo el globo, y cada vez más hombres, transportan un extenso catalogo de objetos.
Hablamos de los bolsos: esos básicos complementos de moda elaborados en mil y una formas distintas, puestos a la venta o bien apiñados en grandes grupos de tres euros la  unidad o bien colocados en los modernos altares de las más exclusivas boutiques por precios que superan las cinco cifras (céntimos incluidos).

Los más codiciados sonlos de este segundo y selecto grupo. Estas piezas de artesanía han pasado de ser meros objetos de equipaje diario para convertirse en auténticos símbolos del estilo y la personalidad de quien los lleva.

Estos venerados artículose han terminado mereciendo el privilegiado honor, solo compartido con algunos de sus compañeros por excelencia, los zapatos, de ser los únicos complementos de moda con nombres distintivos.

No solo se trata de nombres que sirven para diferenciar unos modelos de otros, sino que los más exclusivos cuentan realmente con un nombre propio, cuya sola mención aumenta el deseo de poseerlos.
No obstante los bolsos no nacen con un nombre propio, debe ser alguien, una personacuya figura sea lo suficientemente mítica para insuflarle parte de su inmortalidad ya sea simplemente con el hecho de llevarlo o por inspirara su hacedor.

El nombre de  la primera mujerque bautizó un bolso fue el de la inmortal actriz Grace Kelly. Solo tuvo que  colgar de sus brazo el modelo Sacàdépêches de Hermes, para que la firma lo rebautizara con el nombre de la artista.El romance entre bolsos y nombres había comenzado.

Éste, rebautizado como Kelly, sería uno de los principales modelos de elegancia de Hermes en los complementos hasta que en la década de los setenta se reinventara en unas medidas más grandes para una mujer moderna, esta vez bajo las directrices de la cantante Jane Birkin, quien sería la siguiente musa de la firma en bautizar un bolso con su propio nombre, el Birkin.

Si el Kelly es la elegancia de Hermes, el Birkin representa la atemporalidad. Aún cuatro décadas después dese que fuera diseñado, el Birkin sigue siendo uno de los bolsos más deseados por todas las que aprecien la artesanía en la elaboración de esos objetos de equipaje diario.


DANIEL ALGUACIL ROMERO